Una Finca autentica en Manilva

En lo alto de Manilva, donde el horizonte se funde con el mar y los viñedos susurran al viento, se encuentra una joya andaluza con siglos de historia. Este cortijo, cuya esencia ha sido cuidadosamente preservada a lo largo del tiempo, ha sido testigo del paso de generaciones y de la evolución de la vida rural andaluza.

Renovado en 2024, conserva su alma histórica, con salones protegidos por patrimonio que evocan la grandeza de épocas pasadas. Su construcción, arraigada en una época en la que Manilva florecía como una reconocida región vinícola, mantiene intacta la esencia de la arquitectura tradicional andaluza.

Más que una propiedad, es un símbolo del carácter rústico y noble de la región. Su ubicación estratégica, entre el Mediterráneo y el interior andaluz, lo convirtió en un punto clave para el comercio agrícola, especialmente en la producción de uvas moscatel, producto emblemático de Manilva.

Hoy, este cortijo renovado se presenta como una oportunidad única para quienes buscan una inversión con alma. Con terreno rústico productivo y calificación residencial que permite múltiples proyectos, es el escenario perfecto para un encantador hotel boutique, una elegante residencia para mayores o incluso el desarrollo de varias casas adosadas para alquiler vacacional.

La finca cuenta con 85 olivos que impregnan el aire con su inconfundible aroma. Su pozo privado, equipado con una bomba de nueva instalación, garantiza un sistema de riego fiable, mientras que su piscina, renovada en 2024, brilla bajo el sol prometiendo momentos de relax incomparables.

Un refugio andaluz con historia, encanto y un potencial infinito—esperando a alguien que sepa apreciar verdaderamente su magia.